La contaminación atmosférica constituye un riesgo medioambiental para la salud y se estima que causa alrededor de dos millones de muertes prematuras al año en todo el mundo.
En los últimos años ha habido una gran concienciación sobre la importancia de la influencia que tiene la sobre la salud , en gran medida por la aparición de informes concluyentes que han permitido identificar los principales mecanismos de acción por los cuales la exposición a la contaminación causa daños en la salud. Los principales efectos de la contaminación atmosférica sobre la salud van desde alteraciones de la función pulmonar, problemas cardíacos y otros síntomas y molestias hasta un aumento del número de muertes, de ingresos hospitalarios y de visitas a urgencias, especialmente por causas respiratorias y cardiovasculares a largo plazo.
En nuestro día a día circulando en bici por la ciudad estamos expuestos a una considerable cantidad de sustancias nocivas para nuestra salud arrojadas por los tubos de escape de los coches autobuses y camiones entre los que circulamos.
Un reciente estudio refleja que un ciclista puede absorber hasta 5 veces mas sustancias nocivas que la persona que circula dentro de su coche , dando una gran importancia al espacio físico en el que se mueve el ciclista. Como medida efectiva se propone algo tan simple como que sólo alejando la bicicleta del coche 1 metro , la cantidad de sustancias tóxicas absorbidas por el ciclista bajaría drásticamente. Algunos pensarán que quizá el ciclismo urbano no sea una actividad tan sana como nos pretenden vender , activando el sistema circulatorio , haciéndonos adelgazar y en definitiva manteniéndonos mas en forma, pero nada mas lejos de la realidad, generalmente los expertos consultados recientemente como Cathryn Tonne, profesora de epidemiología ambiental en la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres , indican que los beneficios de circular en bici por ciudad a no hacerlo, son claramente superiores.
Las mascarillas
Es habitual ver en nuestras ciudades a ciclistas que circulan provistos de mascarillas que según la publicidad de las marcas que las comercializan eliminan los vapores contaminantes y consiguen que el ciclista no inhale sustancias químicas, pero la realidad es que si bien estas mascaras equipadas con filtros pueden eliminar gran cantidad de sustancias nocivas no lo hacen con las partículas mas pequeñas y peligrosas, además para que funcionen deben de utilizarse correctamente , tanto en el cambio periódico de los filtros como en su ajuste y colocación.
El principal inconveniente de este sistema es la sensación de agobio de realizar una actividad física con una máscara que reduce el oxígeno que inhalamos. ¿La posible solución? la elección de una ruta tranquila.
Los expertos aseguran que la mejor forma de protegerse contra la polución , es elegir rutas en las que la densidad del trafico sea bajo , y mantener una distancia de seguridad con los coches de unos 3 o 4 metros para no ir constantemente pegados al tubo de escape, así mismo deberíamos evitar parar en grandes cruces detrás de vehículos que emiten gases.
Fuente: Honorio Gómez.
